Si ya estás convencido de llevar a cabo la inversión en fotografía, el siguiente paso lógico es preguntarse cuánto puede costar una inversión de este tipo y en cuánto tiempo la recuperaré. Respuesta rápida: depende. Si quieres saber por qué, puedes seguir leyendo.
Reflexiones sobre el ROI o el payback en la fotografía de producto
Vaya por delante que no soy un experto ni en economía ni en marketing (ni en muchas otras materias que ahora no vienen al caso), así que no voy a llevar a cabo ningún análisis matemático-financiero profundo sobre el ROI (Return on Investment) ni el payback (plazo de recuperación de la inversión), porque van más allá del objetivo de este artículo e Internet está llena de recursos especializados a ese respecto. Simplemente voy a realizar una pequeña reflexión sobre el precio de la fotografía de producto y la recuperación de esta inversión en marketing.
Sin fijarnos en ninguna fórmula matemática concreta, en esencia, hay dos variables sobre las que podemos actuar para que la recuperación de la inversión se produzca lo antes posible: el coste (o precio o margen de beneficio) del producto y, en este caso, el precio de los servicios fotográficos.
Sobre la primera variable tengo poco que decir, pues depende enteramente de la gestión del cliente en su tienda online. La segunda, sin embargo, recae enteramente en las manos del fotógrafo. Y una buena planificación es clave para minimizar el precio del servicio y, en consecuencia, llegar antes al punto de retorno de la inversión.
Comparación de escenarios de ejemplo
Pongamos, a modo de ejemplo, estas dos imágenes que ilustran dos escenarios bien diferentes:
La imagen A es una fotografía de una tela llevada a cabo durante una sesión de actualización del catálogo de un cliente. El precio final de esta imagen es de menos de 1€. ¿Por qué?. En parte por la planificación y en parte por la naturaleza del propio producto. Me explico. Antes de iniciar las sesiones fotográficas, visité las instalaciones del cliente. Con el fin de maximizar el número de fotos por hora, acordamos, por ejemplo:
– Cuál debía ser la ubicación física de los productos a la espera de ser fotografiados (minimizando el tiempo de emplazamiento entre producto y producto).
– No mezclar productos, en una misma sesión, de diferentes características físicas que implicara un cambio en el esquema de iluminación. Los brillantes, por ejemplo, no los mezclábamos, el mismo día, con los mates (pues requieren esquemas de iluminación diferentes para resaltar sus cualidades y así no perdíamos tiempo cambiando continuamente de posición las luces y sus modificadores).
Además, es conveniente llevarse unas muestras para, antes de iniciar las sesiones, tener ya definido un flujo de trabajo lo más automatizado posible que minimice el tiempo entre toma y toma de un mismo producto.
La consecuencia de todo ello es que, en una jornada de 8h, podemos realizar en casa del cliente alrededor de 200 fotos de diferentes productos (unas veces más y otras veces menos), reduciendo así el precio final de la foto (que apenas requiere tiempo de retoque fotográfico y, con la correcta iluminación, se trata de un simple ejercicio de “apuntar y disparar” con la cámara).
Sin embargo, el precio de la fotografía de la joya en la imagen B será muy superior. ¿Por qué?. Porque, tal y como se describe en este artículo, el proceso de captación de la imagen es completamente distinto y, además, se requieren muchas más horas de retoque fotográfico por producto. Aunque planifiquemos una estrategia óptima de captura de imágenes de múltiples joyas en una misma sesión, este tipo de producto, por su naturaleza, requiere considerablemente más edición que una tela.
¿Quiero esto decir que el ROI en la segunda imagen no es tan alto o que el payback se alcanzará mucho más tarde?. Lógicamente, no, pues los precios de venta al público de la tela y de la joya pueden ser tales que, con la primera venta, ya se haya amortizado la inversión en fotografía de producto en ambos escenarios.
Conclusiones
Como suele ocurrir en estos casos, no es fácil dar una respuesta que sirva para todo el mundo. Sin embargo, de manera general, sí creo que podemos extraer las siguientes conclusiones:
1
¡Hablemos!
Es fundamental para saber el orden de magnitud sobre el que se moverá el precio final de una foto. En base a esa información, dependerá de ti luego saber en qué momento se producirá la recuperación de la inversión.
2
Planificación
Una buena planificación es clave para maximizar el ROI (pues minimiza el número de sesiones y, en consecuencia, reducimos el coste de la inversión en fotografía).
3
Flujo de trabajo
Un buen flujo de trabajo permite maximizar el número de fotos por sesión.
Espero que el artículo te haya resultado de utilidad para entender cómo la planificación fotográfica es de suma importancia para un retorno de la inversión más rápido. Si te interesa analizar tu caso en concreto, no tienes más que decirlo.
¡Muchas gracias por tu tiempo!